miércoles, 26 de diciembre de 2012


NOSTALGIA NAVIDEÑA - DAVID
Ante el eterno  estado de agitación y estrés, a que estamos sometidos los habitantes de este pobre Panamá surrealista ¿qué temas podrán ser  más agradables  en esta época de Pascuas de Natividad que aquellos que nos remontan a reminiscencias de nuestra  adolescencia? En mi caso, al David de esa época, tan distinto al de hoy.

Para que se formen una idea, en el David de mi niñez y adolescencia, dormíamos con las ventanas abiertas; muchos no retiraban las llaves del encendido de sus autos. El Parque Cervantes estaba enrejados en todo su perímetro. Existía una solo cine. El Imperial. A las nueve de la noche, los policías  de pito y tolete. que ahora no gustan, sonaban sus pitos y los menores a  correr a casa porque ¡ay! de aquel que lo atraparan, el problema no era tanto con el policía, era con la autoridad en casa. Existían los “charcos” de “Risacua” y “Paso-Caballos” y se podía ir con seguridad a Puerto Pedregal.

Era la apacible Noble Ciudad de David de los años de la Segunda Guerra Mundial y post-guerra.  Adelanto que en esa época  existía  en David un fuerte militar de los gringos, como era en varios lugares del  territorio nacional. En efecto en el área e instalaciones  que  hoy ocupa el Aeropuerto Internacional de David operaba un aeropuerto militar de la Fuerza Aérea del  Ejercito norteamericano (solo después de la II Guerra Mundial nace la actual Fuerza Aérea como arma separada del Ejercito) Recuerdo. estando en Calle Cuarta, la arteria principal de la ciudad, en la famosa,única heladería del pueblo, La Casita Blanca, con mis vecinos y amigos, los hijos del dueño, los Osorio, ver llegar convoy de soldados norteamericanos en ruta hacia el fuerte, tirando dinero, monedas y nosotros, por supuesto, corriendo detrás de los gringos recogiendo las monedas que podíamos.

Recuerdo con fuerte nostalgia la época de Navidad de mi adolescencia cuando aun el Niño Dios no había sido sumplantado por Santa Claus. La temporada de estas fiestas coincidía con la llegada de las primeras brisas de Viento del Norte, que precedían el fin de la Época Lluviosa y el inicio de la Época Seca (lo que mal llamamos “Verano”) y el pronto inicio de las vacaciones escolares. Así que aparte de la anticipacion de la llegada del Niño Dios, estaba el pronto arribo de nuestras vacaciones y el Día de Reyes, como veremos.

Mantengo una imagen de un David en Navidades, bucólico, fresco, seguro, de hermosos atardeceres, frecuentes celajes, juegos infantiles y nadar en el Risacua. Navidad era la época cuando aparecían las vendedoras de dulces caseros tradicionales. Se ubicaban a lo largo de Calle Cuarta con bateas de madera llenas de “dulceros”, dulces chiricanos que bien recuerdo y saboreo en mi mente: “Huevitos de Faldiquera”, “Gigibred”, “Bizcochos” y “Rosquitas” glazeados, “Cocadas con azucar”, “Cocadas con raspadura” y la galleta de coco con miel de caña conocida como “Trompada”, lo interesante era que esos “dulceros” era engalanando con banderitas de papel de seda multicolores y diversos diseños, creando un hermoso panorama multicolor agitado por el Viento del Norte. Era una tradición que venia del Chiriqui Colonial, posiblemente de Alanje y de origen andaluz.

En la Navidad de de mi niñez no existía Santa Claus aunque creo recordar que si se adornaban Arbolitos de Navidad. El adorno tradicional era el Nacimiento. La familias y las Iglesias se esmeraban en construir los mejores “nacimientos . Uno excepcional era el de la Iglesia de la Sagrada Familia donde se celebraba la Novena del Niño Jesús que era amenizada con cánticos navideños de un Coro Infantil que tradicionalmente organizaba doña Bilo de Contreras.

Los niños anticipamos Noche Buena en espera de los regalos que nos traía el Niño Dios, en respuesta a pedidos raramente cumplidos. Nuestras festividades de Pascuas de Natividad continuaban hasta el Día de Reyes. En ese día, durante mi escuela primaria, era tradicional para los niños de edad escolar recibir dos obsequios de don Guillermo Tribaldos, connotado empresario e industrial, fundador de la Vinícola Licorera, creador del Ron Carta Vieja. Recibíamos de don Guillermo, dos boletos, uno, para un helado de la Casita Blanca y dos, un boleto de matinee en el Imperial, noble gesto que recuerdo con cariño.

Para cerrar y deseándole a mis apreciados amigos y lectores los mejores deseos en estas Pascuas de Natividad, comparto un sentido mensaje Navideño que encontré en mis lecturas:

Honrare la Navidad en mi corazón y procurare conservarla durante todo el año” Charles Dickens. 1812-1870

martes, 18 de diciembre de 2012


Cuando se jodió Panamá, bis
EUDORO JAÉN ESQUIVEL
 
Cuando se jodió Panamá, bis

2012-12-18 — 12:00:00 AM — El incidente de los jamones me convence que no me equivoqué cuando en mayo de este año escribí un articulo bajo el título ‘Cuando se jodió Panamá’. Ya antes por sugerencia de leales lectores había decidido repetirlo, con ciertas libertades por razones de espacio, ahora hay más razones para hacerlo. Decía: ‘Tenemos 36 meses de sufrir una ola de escándalos, una cadena de sobresaltos que aparenta no tener fin, cada día más peligrosa para nuestra estabilidad emocional y social. La Clase Política y los gobernantes no dan tregua. No es justo, merecemos disfrutar de mayor paz y tranquilidad. ¿Hasta cuándo? Estoy hastiado. ¡Basta ya!’ Siete meses después, nada ha cambiado, está peor.

‘Otros piensan que la causa del mal fueron los años de la dictadura, concedo cierto mérito a esta tesis, pero no como la causa, más bien como contribución al proceso, pues este ya estaba en marcha. Sí acepto que uno de los mayores daños de la dictadura ha sido el de convertirnos en un país de cínicos donde nadie cree en nadie, ni en nada, pero debo reconocerle a Torrijos su contribución al desarrollo de un mayor sentido de orgullo nacionalista y el estímulo a la formación de una mayor clase media profesional, que casi no existía previa su toma del poder, en la época de los grandes gamonales políticos’.

‘Muchos opinan que Panamá se jodió con este gobierno. No comparto esa tesis, aunque acepto que con este gobierno el mal ha alcanzado su cenit histórico’.

‘Mantengo mi propia visión del ‘cuándo’; pienso que sucedió en el periodo de la Patria Boba, durante la Segunda Guerra Mundial y el periodo de post-guerra que se intensifica en los años 1960, cuya situación nos lleva a la dictadura. Fue el periodo cuando los partidos políticos aceleran su degradación, pierden disciplina partidaria, abandonan sus doctrinas (salvo el Partido del Pueblo) y pierden visión de país. Es cuando surgen los grandes gamonales políticos, empieza el populismo y la corrupción de las masas (‘paquetazos’, ‘botellas’, compra de votos, etc.), periodo de recia competencia por el poder político entre la oligarquía criola gobernante, en búsqueda de mayores beneficios para sus intereses particulares. Periodo de la ‘danza de millones’ y el ‘quita y pon’ de presidentes. Periodo en que, como resultado lógico de ser la única institución con orden y disciplina, aumenta el poder de decisión política de la Policía, luego Guardia Nacional, que llega a su máxima expresión con la elección a Presidente del General Remón. Para mí, en ese periodo se jodió Panamá. Situación que no hemos podido superar y, con el nivel de conformismo y desidia que hoy mostramos, no estamos nada cercanos a superarla, por lo contrario, se ha tornando peor’.

‘La Historia tiene el mal hábito de repetirse. Preocupa el paralelismo entre el periodo actual y el de los años 1960, cuando nos jodimos. Existen situaciones similares a ambos periodos, tales como el actual fortalecimiento institucional de las fuerzas armadas, el desprestigio de los partidos políticos y la clase gobernante, resurgimiento de los gamonales políticos y serias acusaciones de corrupción y mal uso de fondos públicos. ¿Qué sucedería si continúa el rumbo hacia autocracia y continuismo? ¿Qué debemos hacer para frenar esa confrontación, violenta, para muchos, que se perfila? ¿Cuándo despertaremos de nuestro estado de amnesia social?’.

Hoy con mayor vehemencia me hago las mismas preguntas. 

martes, 11 de diciembre de 2012


¿Quiénes dirigen nuestra Política Internacional?
EUDORO JAÉN ESQUIVEL
 
¿Quiénes dirigen nuestra Política Internacional?
2012-12-11 — 12:00:00 AM — Como exembajador de la República de Panamá en Italia, Malta, Turquía San Marino y la ONU en Roma no deja de sorprenderme los continuos errores de nuestros gobernantes en materia de relaciones diplomáticas y el aparente desconocimiento de la geopolítica y consecuentes temas críticos en el área del Medio Oriente y el Norte de África.

Cierto es que no me eduque para ser diplomático, pero recibí excelente adiestramiento por parte de funcionarios de Cancillería previo mi traslado a Roma. El tema de la Política de Estado de Neutralidad, que impide tomar partidos en conflictos internacionales entre naciones, siempre tuvo alta prioridad en nuestra preparación También, ya en mis labores, fui testigo de lo bien que preparaba Cancillería a ministros y altos dignatarios de Estado en sus actuaciones en visitas oficiales.

Además, en Roma recibí la afortunada ayuda y colaboración de dos funcionarios de larga data en nuestros servicios de Relaciones Exteriores, el Dr. Horacio Maltez y el embajador Lawrence Chewning Fábrega. El Dr. Maltez, excelente funcionario panameño en nuestra Representación ante la FAO de muchos años, con alta experiencia y conocimiento, muy respetado por los máximos dirigentes de la FAO; hoy, por razones políticas, no labora para nuestra Nación, perdiendo nosotros un excelente funcionario, desatendiendo solicitud, sin precedentes, de los alta dirección de la FAO a nuestro gobierno de reconsideración.

Igual suerte tuve de contar como amigo, asesor y colega al embajador de Panamá ante la Santa Sede, embajador Chewning Fábrega, funcionario de larga experiencia en Cancillería, muy ducho en materia de política internacional de la República de Panamá, que afortunadamente continua al servicio de la Nación por ser Diplomático de Carrera.

El punto en cuestión es que Cancillería siempre ha contado con personal capacitado y de mucha experiencia en Política y Relaciones Exteriores. Sin embargo, los errores cometidos causan perplejidad y preocupa saber qué ha pasado con experimentados funcionarios que ejercían importantes posiciones en los organismos de Cancillería. Nadie espera que nuestro gobernante sea experto en Relaciones Internacionales, pero, eso sí, que esté bien asesorado en temas de relaciones con otras naciones, con especial énfasis en aquellos de naturaleza sensitiva y de manera muy importante sobre cómo actuar al amparo de nuestra Política Nacional de Neutralidad. Basta con considerar una serie de actos y declaraciones recientes que causan una posición delicada ante grupos fundamentalistas del Medio Oriente, que me hace pensar no está bien asesorado.

Observo una secuencia de eventos que hace pensar que la Nación Panameña, en una nueva Doctrina de Relaciones Exteriores en el Medio Oriente, se coloca al lado de Israel y EE.UU. contra las aspiraciones del pueblo palestino. Hay varios elementos de esa situación que causan intranquilidad. Uno, el más serio, representa un cambio drástico inapropiado, de nuestra Política de Neutralidad. Dos, hay fuertes indicios de que este cambio obedece a presiones externas o al pago de favores y no a una decisión soberana. Tres, el cambio puede causar que grupos fundamentalistas extremistas nos ubiquen como sus enemigos, con consecuencias peligrosas para la seguridad del Canal.

Veamos a qué me refiero. Primero, la declaración sobre la hegemonía global de la Ciudad de Jerusalén. Quien aconsejó al presidente demostró crasa ignorancia de la realidad histórica de la Ciudad Santa. Olvidó los 3,000 años de guerra que ha sufrido esa región por disputas sobre su jurisdicción y la de Jerusalén. Disputa que involucra cuatro religiones, amén de los reclamos palestinos. Con razón que el mundo árabe se sintió ofendido.

Luego, en la ONU, votamos en contra de la mayoría abrumadora de Naciones sobre las aspiraciones palestinas de reconocimiento como País Observador. Debimos abstenernos en consonancia con nuestra Política de Neutralidad; sin embargo, fuimos el único país de América que votó en contra, encabezando un grupo de micro-países, (paraísos fiscales y después nos quejamos).

Finalmente, las declaraciones que inculpan a personas afines a Hamas, el grupo que ostenta el poder político en Palestina, de ser los instigadores de los disturbios en Colón, son desafortunadas, por decir lo menos.

Entenderán por qué pienso que estamos en un derrotero peligroso ante los palestinos y sus aliados países árabes. ¿La secuencia de eventos es coincidencia o diseño o ‘chambonada’, dicho en buen criollo?

BANQUERO Y EXDIPLOMÁTICO.