martes, 27 de noviembre de 2012


De enseñanza del idioma Inglés
EUDORO JAÉN ESQUIVEL
titojaen@gmail.com2012-11-27 — 12:00:00 AM — 

No hay sentimiento más noble que sentirse nacionalista y patriótico. Lo criticable es llevar esos sentimientos al extremo, lo que nos lleva al fenómeno conocido como chauvinismo. Un acto que bien puede ser clasificado como chauvinismo fue la decisión de los gobiernos militares en su inicios de abandonar la enseñanza del idioma Inglés en nuestras escuelas públicas. Según entiendo fue una medida impulsada por Omar Torrijos y Juan Materno Vásquez, si no estoy en lo correcto, ruego me corrijan, pero el hecho prevalece. 
De enseñanza del idioma Inglés

En un acto de nacionalismo patriotero se canceló dicha enseñanza. Presumo, se pensó que enseñar el idioma Inglés era una acto de ‘invasión cultural’ o sumisión al ‘Coloso del Norte’ y con un sentimiento de exagerado nacionalismo, había que romper con los yugos del ‘colonialismo’. ¡Qué grado de insensatez! Se olvidaron de que luego de la Segunda Guerra Mundial con el inicio gradual del proceso de globalización que conlleva la integración de los mercados mundiales, tanto el idioma Inglés, como el dólar americano, pasaron a ser necesarios para el intercambio comercial global; lejos están los días cuando el Inglés y el dólar americano eran símbolos del imperialista yanqui. El Inglés es necesario para poder operar eficazmente en un mundo globalizado e integrado y comunicarnos simultáneamente con personas de diferentes idiomas. Los países inteligentes no se apenan de enseñar Inglés a sus ciudadanos. Esa fobia al Inglés, más que un sentimiento de nacionalismo, asemeja un sentimiento de inferioridad. En nuestro caso, la cancelación de la enseñanza del Inglés en nuestras escuelas públicas ha dado como resultado que nuestro país se encuentra en los niveles más bajo de uso del Inglés de acuerdo a encuestas de empresas internacionales dedicadas a su enseñanzas. Aparte de un resultado colateral al crear una ventaja competitiva a los educandos de las escuelas privadas que continuaron su enseñanza.

Considerando que nuestra inigualable ventaja competitiva en el intercambio mundial de personas, bienes y servicios y dar justo valor a nuestro cacareado lema ‘Puente del Mundo y Corazón del Universo’ nos obliga a hablar buen Inglés. (Enfatizo, ‘buen Inglés’) no hacerlo nos resta competitividad. Fue un error imperdonable. Es por esta razón que estoy sumamente consternado ante la noticia de que Panamá en los dos últimos años está en el penúltimo puesto entre los países menos proficientes en el idioma Inglés. Cierto que se ha tratado de corregir el error introduciendo de nuevo su enseñanza en las escuelas públicas, pero, en otro acto tan equivocado como el anterior, se establece que solo panameños pueden enseñar Inglés. Significa que primero panameños deben aprender un idioma, que nos es su lengua natal, para luego enseñarla a terceros. ¿Es un sistema eficaz? ¿No funcionaria mejor y menos costoso en términos de esfuerzo humano, traer profesores cuya lengua materna es ese idioma, británicos, australianos, canadienses, si por algún motivo no queremos traer gringos?

Ante el panorama anterior, les presento la siguiente consideración. China Continental es hoy la segunda potencia económica global más importante y probablemente será la primera en un futuro no muy lejano. Es nuestro segundo cliente más importante en el Canal. Su influencia en las economías globales tendrá a crecer. Ya se siente la necesidad de aprender su idioma oficial, el Mandarín. Los países inteligentes ya lo están haciendo, ejemplo, la escuelas en New York ya incluyen la enseñanza de Mandarín. En el caso nuestro y siguiendo la línea oficial en la enseñanza del Inglés, ¿tendremos que mandar panameños a Beijing a estudiar Mandarín para que funcionen como profesores de ese idioma? ¿Qué clase de Mandarín aprenderíamos? o ¿aquí se permite profesores chinos?

BANQUERO Y EXDIPLOMÁTICO

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Eudoro Jaén Esquivel
Mobile (507) 6780-7481

martes, 20 de noviembre de 2012


De todo un poco...
EUDORO JAÉN ESQUIVEL
 
De todo un poco...

2012-11-20 — 12:00:00 AM — E XPLORANDO LA LUNA: Las calles y aceras de mi ciudad están hechas un desastre. Tal es la cantidad de cráteres que existen, que manejar en Panamá equivale a un simulacro de expedición en la Luna, salvo que no cuento con un LEV (Vehículo Lunar Exploratorio) se hace muy difícil la proeza. Todo el mundo se queja, salvo el joven ministro del MOP que hace unos días leía en la prensa, declaraba que ‘las calles de Panamá no están dañadas’, aunque más tarde se contradice y dice categóricamente que serán reparadas antes ‘que entre el mes de diciembre’; o sea, muy dentro de pocos días. Como están las calles y la habilidad del Gobierno en resolver problemas, no lo creo posible. Por lo contrario, vaticino en diciembre ‘la Madre de todos los Tranques’, ya sea por decisión ciudadana como represalia pública al mal trato o forzado por el mal estado de las vías, unido al tradicional tráfico pesado de las Festividades de Pascuas de Natalidad.

Debo reconocer que se están realizando obras físicas importantes que deberían resultar, eventualmente, en mejor circulación vehicular y transporte público. Lo que empaña este reconocido esfuerzo es la ausencia de una efectiva programación que aminorara el impacto negativo de la multitud de obras realizadas simultáneamente. Otro gobierno de mayor sensibilidad social lo hubiera hecho.

Si algo demuestran los tranques es la actitud ‘poco me importa’ de este Gobierno hacia el ciudadano común. No solo su falta de prudente planificación de la cronología de realización de las múltiples obras causa los horribles tranques, si no que no ayudan en tomar medidas efectivas que mitiguen las inconveniencias al conductor y peatón, fallan también al no designar personal capacitado permanente en los harto conocidos puntos críticos y horas picos para agilizar el flujo vehicular. Realmente les importan un bledo nuestros malestares.

Todo se realiza al mismo tiempo y a la ligera Se nota que el interés primario del gestor de las obras es programar su terminación para coincidir con la época de elecciones y apostar que nos olvidaríamos de todo este malestar y votaríamos por ellos en agradecimiento. No son tontos, conocen nuestra corta memoria y el refrán ‘masas son veleidosas’. Ojalá me equivoque.

Diálogo o Dilema en Colón

Son muchas las lecciones prácticas que adquirí a través de mi vida académica y profesional. Aprendí, por ejemplo, que si uno desea que se cumpla una labor crítica, se la asigna a una persona concediéndole la autoridad necesaria para realizarla a cabalidad. Delegación y Autoridad deben ir de la mano. Esto último es importante, pues muchas veces delegamos responsabilidades para realizar funciones sin asignar el nivel de autoridad adecuado para que el delegado funcione con eficacia, lo que hace que fracase el intento. Aprendí, también, la realidad del precepto sarcástico que reza: ‘si quieres dilatar una labor o evitar que esta se realice, asígnasela a un comité’.

Esos dos conceptos se aplican a Colón. Mucha gente involucrada, muchos intereses, mucha delegación y poca asignación de debida autoridad, en ambos lados. Es por eso que clasifico el Diálogo de Colón como un clásico caso de ‘ejercicio en futilidad’ y cuando leo en los diarios del momento lo que sucede con el diálogo en Colón, veo que acerté, aunque no se necesita ser un genio para prevenir que el diálogo no conduciría a un final feliz. Todos los anteriores han corrido suerte igual. Ojalá esta vez prevalezca el buen sentido y se busque mejor fórmula para resolver lo que se ha convertido en el Dilema de Colón.

Militarismo

En un artículo anterior, ‘El retorno de los milicos’, advertía el peligro que representa la resurrección del militarismo que estimula este gobierno y el riesgo que representa para nuestra débil democracia.

Definía ‘militarismo’ como ‘injerencia de los militares en el gobierno’ y no hay mejor ejemplo que la injerencia en asuntos netamente de la competencia del Gobierno por parte del comandante de nuestras Fuerzas de Fronteras, quien en toda apariencia se perfila como el ‘Warlord’ de Darién, y peor aún, el emotivo panegírico que en su defensa pronuncian distinguidos ministros de Estado. Después vendrán los lamentos, inclusive de sus defensores, quienes olvidan que ‘mal paga el Diablo a quien bien le sirve’.

BANQUERO Y EXDIPLOMÁTICO. 

domingo, 18 de noviembre de 2012


Militarismo vs Profesionalismo Militar
El Ejercito Chileno mantiene las Haras Nacional donde se cuidan y procrean los caballos que sirven al Escuadrón de Caballería del ejercito que utilizan para fines protocolares, el equipo equino de competencia y sementales que sirven para producir caballos de tiro para el campesinado  chileno, ya que contrario a Panamá, el caballo es lo que es el buey es para el campesino panameño. Para ese ultimo propósito de monta, el Ejercito Chileno importa de Europa animales de la Raza Percherón y contribuir a mejorar genéticamente al caballo de tiro chileno. Me entere que el Ejercito  había traído uno sementales Percherón Belga, ejemplares algo extraordinarios, como efecto resultaron cuando los vi. Obtuve una invitación de visitar las Haras Nacionales y aparte de ver los Percherones, poderosos y hermosos ejemplares, tuve otras experiencias interesantes, una de ellas relacionada con el tema.
El militar que servía de anfitrión era un joven Teniente de Caballería. Me explico que retenía el titulo a pesar que hasta años recientes el Ejercito utilizaba fuerzas de caballería en las zonas desérticas del Norte, pero había reemplazados los caballos por motocross,como las que usan los Linces, lo que encontré interesante.
En nuestras conversaciones me dio una para de informaciones interesantes. Me relato que el Ejercito Chileno mantenía varios institutos de enseñanza superior para capacitar a su cuerpo de oficiales en todo tipo de disciplina académica y que para lograr avanzar de rango, el oficial debía mostrar logros académicos a nivel universitario, por lo que el en ese momento estaba estudiando Ingeniería Nuclear para al graduarse poder aspirar el ascenso a Capitán. En mi época en Chile, las Fuerzas Armadas contaban con un reactor nuclear, razón por el interés del Teniente anfitrión.en la materia En una oportunidad conocí al General Brady que era el Presidente de la Comisión de Energía Nuclear de Chile,.. No se si aun es mantiene el reactor. El grado de esfuerzo académico estaba relacionado con el rango del ascensos. El Teniente me explico que al llegar al grado de General se espera que el oficial alcance logros universitarios al nivel de doctorado en una rama de disciplina académica.
Quise compartir esta experiencia con Uds. para ilustrar mi argumento de que hay una diferencia conceptual muy grande entre el cuerpo de oficiales de nuestros milicos criollos, su metodología de logro de ascensos y cultura militarista y lo que opera en ejercitos profesionales.   

jueves, 15 de noviembre de 2012


Los múltiples peligros del militarismo
Kevin Harrigngton-Shelton en su articulo “ Se esta tratando de politizar algo muy bonito” trata sobre el pretendido aumento a los jefes de nuestras Fuerzas Armadas y toma como ejemplo de lo delicado que puede ser la relación de los Gobernantes con sus militares, el incidente histórico del asesinato en 1170 de Thomas a Becket, Primado Católico de Inglaterra, Consejero y antiguo amigo de confianza del Rey Enrique II, acto cometido por sus esbirros, quienes el Rey en su posterior humillante acto de arrepentimiento publico ante la tumba del Obispo Mártir  los acusa de haberle “malinterpretado” (“Mal paga el Diablo a quien le sirve bien”). El incidente ilustra lo que se puede describir como una actitud servilmente sumisa de los subordinados a su jefe. Ese evento trajo a mi mente otra situación similar de mas cerca a nuestros tiempos.

Se trata de un incidente histórico en la República Dominicana durante la época del Generalísimo Leonidas Trujillo. A “Chapita”, como se le conocía a sus espaldas,  le encantaba “acercarse al pueblo” y efectuaba giras por el país,  por supuesto,  acompañado por manzanillos, guardaespaldas y un extenso séquito militar.

Cuentan que en una de sus giras, Chapita paro a visitar la Alcaldesa de un pueblo vecino a la frontera con Haiti. Se poso en una hamaca y entre trago y comida se enfrasco en una conversación con su anfitriona, pidiéndole le informara sobre los mayores problemas del pueblo para que el los resolviera. La Alcaldesa le explico que su mayor problema era los inmigrantes ilegales haitianos, que cruzaban la frontera y les robaban el pan de la boca, quitandoles los trabajos en los cañaverales que eran la fuente de ingreso principal de los campesinos de la región  Recordemos que existía y puede que aun exista un rencor del dominicano hacia el haitiano, recuerdo de la dominación de la isla por muchos años de estos últimos y el mal trato que los primeros recibieron.
Chapita, que ya tenia sus buenos tragos, rodeado de manzanillos, guardaespaldas y séquito militar se volteo y le dice a su audiencia “ A esos hijos de puta haitianos hay que darles una buena lección cortandoles las cabezas a todos”, Dicho esto callo en un estupor etílico  En ese momento el militar de mas alto rango se voltea antes sus subalternos y les dice “Oyeron lo que dijo el Jefe”, “Bueno, manos a la obra”. Esa noche solo se escucho el sonido de los machetes y se estima que decenas de miles de haitianos perdieron sus cabezas.
Al día siguiente los militares orgullosamente se presentaron ante Chapita,  quien al despertar se genera un dialogo que pudo haber sido  mas o menos así:
Chapita  “Muchachos, buenos días  ¿como están las cosas?. A los que los militares responden, “ Misión cumplida”  Chapita sorprendido  pregunta, ¿Cual misión  Y recibe la respuesta “Bueno,jefe, las que nos ordeno anoche” ¿Cual, coño? Bueno ,"como ordeno, le cortamos las cabezas a miles de esos hijos de puta haitianos. Chapita grita “ "Imbéciles, si solo era una expresión de borrachera, como diablos se le ocurrió semejante locura”, pero el daño ya estaba hecho. Ese es uno de los peligros del militarismo llevado a extremos graves de servil sumisión.
Lo anterior sucedió.  Se estima que murieron decapitados alrededor de decenas de miles de haitianos, Se formo un gran escándalo internacional que forzó a Chapita al pago de compensación al Gobierno haitiano. Dicen que Trujillo se vanagloriaba que el negocio le había salido relativamente barato a $10.00 por cabeza.

martes, 13 de noviembre de 2012


El retorno de los milicos
EUDORO JAÉN ESQUIVEL
 


2012-11-13 — 12:00:00 AM — H e manifestado mi opinión, en público y en privado, de que todo país soberano tiene el derecho y la obligación de proteger su integridad territorial y para ese noble fin se necesitan ejércitos. También he manifestado que Panamá cuenta con ejércitos, si señores, ¡ejércitos!, salvo que aquí no los llamamos así, usamos eufemismos pretendiendo esconder su verdadera identidad, SENAN, SENAFRONT Y SPI. Además, hemos convertido la Policía en otro ejército. Si aún no se convencen, basta con presenciar los desfiles militares en los Días Patrios.

No tengo ninguna objeción a que Panamá cuente con ejércitos, lo que critico es la actitud de nuestros gobiernos de tomarnos por tontos y meternos el cuento de que se trata de ‘servicios de protección’. Aparte del grave hecho de que operan al borde del Orden Constitucional.

También hago distinción entre ‘militarismo’ y fuerza militar. Yo creo en una fuerza militar profesional, moderna, capaz, adiestrada para defender nuestra soberanía y no a labores de policía, respetuosa de nuestras leyes y rendir trato respetuoso a los ciudadanos. Yo creo en una Policía Nacional adiestrada para cumplir a cabalidad con su lema de ‘Proteger y Servir’, con trato formal y respetuoso al ciudadano, armada y capacitada com o policía y no como ejército. No creo en ‘militarismo’, o sea, el poder excesivo de los militares en el gobierno, particularmente cuando este se ampara en la política de ‘mano dura’.

Lo que veo en Panamá no compagina con mis conceptos de ejércitos y policías. Es una situación de alto riesgo a la permanencia del orden democrático en Panamá, que la fomenta la existencia de los mitos de que aquí no existen ejércitos, porque lo prohibe la Constitución y que nuestras Fuerzas Armadas están bajo el mando civil.

El mito de que aquí no existen ejércitos porque lo prohibe la Constitución permite lo que ha sucedido, la creación de ejércitos y guardias pretorianas a espaldas del orden legal, casi en la clandestinidad y, por lo tanto, ausente de vigilancia ciudadana y sobre todo fomenta el surgimiento del militarismo nefasto, de ahí ‘el retorno de los milicos’.

Más aún, preocupa el trato preferencial que se les concede a los milicos, les da una indebida beligerancia ante la sociedad civil, fomenta sus despliegues prepotentes, el recurso al uso impune de la fuerza bruta como único medio de control de disturbios, el trato tosco y grosero hacia el civil, que son claras manifestaciones del sentimiento de superioridad que siente el milico ante el civil.

Del otro mito, aquel que nuestras Fuerzas Armadas responden a jefes civiles, surge una situación paradójica, tragicómica, propia del país surrealista que somos, se invierte el orden de valores y los jefes civiles se convierten en más milicos que los milicos. Es tal el poder de hegemonía y permanencia que engendra el ‘militarismo’ que contamina a los jefes civiles. Quizás este sea el mayor riesgo para la sociedad civil.

Ya es hora de que los panameños empezamos a ver las cosas como son y empezar a destruir mitos. Los sucesos de Colón deben servirnos de ejemplo. Debemos despertar de la ilusión de que Panamá no debe tener ejércitos, fue una mala idea, y el retorno de lo milicos. Irónicamente, los gringos que destruyeron nuestro antiguo aparato militar, ahora estimulan, arman, adiestran y aplauden el retorno de los milicos.

Tendremos que iniciar un proceso de reforma a nuestro régimen castrense, por uno que acepte que el mundo moderno requiere fuerzas militares profesionales. Un proceso abierto que claramente restrinja las áreas de actividad de los ejércitos a fines estrictamente de protección a nuestra integridad territorial, que prohiba ejercer funciones de policía, como ahora lo hacen. Debemos desmilitarizar y devolver a la Policía a sus verdaderas funciones de orden público y respeto ciudadano.

Una última consideración, Colombia ha iniciado un proceso de pacificación, me pregunto ¿qué va a pasar con nuestros ejércitos si desaparecen las FARC como cuerpo armado?; ¿qué va a pasar con todo ese aparato militar que hemos creado para protegernos de ellos?; ¿cómo vamos a calmar el instinto bélico que le hemos inculcado a nuestras Fuerzas Armadas?; ¿contra quién vamos a pelear?; ¿será necesario todo ese equipo bélico para combatir el narcotraficante? Da qué pensar, ¿verdad?

BANQUERO Y EXDIPLOMÁTICO. 

viernes, 2 de noviembre de 2012

Chello Abanderado 5 de Noviembre en Nata

Mantengo la tesis de que Panamá se ha convertido en un país surrealista, kafkiano, de valores invertidos y de fantasías hechas realidades, algo así como el País de las Maravillas de Carroll. El ultimo acto en este mundo irreal, grotesco, en que nos hemos convertido, lo realiza el Pueblo de Nata, con el que pierde el derecho de ser el "de los Caballeros". En un acto insólito, propiamente surrealista, el Pueblo de Nata con osadía nombra a Chello Galvez, Abanderado el Cinco de Noviembre, fecha en que el país entero honra a Colon por su heroica y noble contribución a nuestra Separación de Colombia.Hoy con mayor vehemencia por sus muertes y trágicos sucesos del Viernes Negro. ¡Increíble!, ¿verdad? ¿como nombrar a la persona que mayormente provoco la rebeldía del pueblo de Colon, a quien mando a llorar al cementerio? ¿Que le pasa al Pueblo de Nata? ¿Donde esta su sensibilidad social y solidaridad con Colon? ¿Que mas evidencia queremos que vivimos en un mundo al revés?