martes, 11 de diciembre de 2012


¿Quiénes dirigen nuestra Política Internacional?
EUDORO JAÉN ESQUIVEL
 
¿Quiénes dirigen nuestra Política Internacional?
2012-12-11 — 12:00:00 AM — Como exembajador de la República de Panamá en Italia, Malta, Turquía San Marino y la ONU en Roma no deja de sorprenderme los continuos errores de nuestros gobernantes en materia de relaciones diplomáticas y el aparente desconocimiento de la geopolítica y consecuentes temas críticos en el área del Medio Oriente y el Norte de África.

Cierto es que no me eduque para ser diplomático, pero recibí excelente adiestramiento por parte de funcionarios de Cancillería previo mi traslado a Roma. El tema de la Política de Estado de Neutralidad, que impide tomar partidos en conflictos internacionales entre naciones, siempre tuvo alta prioridad en nuestra preparación También, ya en mis labores, fui testigo de lo bien que preparaba Cancillería a ministros y altos dignatarios de Estado en sus actuaciones en visitas oficiales.

Además, en Roma recibí la afortunada ayuda y colaboración de dos funcionarios de larga data en nuestros servicios de Relaciones Exteriores, el Dr. Horacio Maltez y el embajador Lawrence Chewning Fábrega. El Dr. Maltez, excelente funcionario panameño en nuestra Representación ante la FAO de muchos años, con alta experiencia y conocimiento, muy respetado por los máximos dirigentes de la FAO; hoy, por razones políticas, no labora para nuestra Nación, perdiendo nosotros un excelente funcionario, desatendiendo solicitud, sin precedentes, de los alta dirección de la FAO a nuestro gobierno de reconsideración.

Igual suerte tuve de contar como amigo, asesor y colega al embajador de Panamá ante la Santa Sede, embajador Chewning Fábrega, funcionario de larga experiencia en Cancillería, muy ducho en materia de política internacional de la República de Panamá, que afortunadamente continua al servicio de la Nación por ser Diplomático de Carrera.

El punto en cuestión es que Cancillería siempre ha contado con personal capacitado y de mucha experiencia en Política y Relaciones Exteriores. Sin embargo, los errores cometidos causan perplejidad y preocupa saber qué ha pasado con experimentados funcionarios que ejercían importantes posiciones en los organismos de Cancillería. Nadie espera que nuestro gobernante sea experto en Relaciones Internacionales, pero, eso sí, que esté bien asesorado en temas de relaciones con otras naciones, con especial énfasis en aquellos de naturaleza sensitiva y de manera muy importante sobre cómo actuar al amparo de nuestra Política Nacional de Neutralidad. Basta con considerar una serie de actos y declaraciones recientes que causan una posición delicada ante grupos fundamentalistas del Medio Oriente, que me hace pensar no está bien asesorado.

Observo una secuencia de eventos que hace pensar que la Nación Panameña, en una nueva Doctrina de Relaciones Exteriores en el Medio Oriente, se coloca al lado de Israel y EE.UU. contra las aspiraciones del pueblo palestino. Hay varios elementos de esa situación que causan intranquilidad. Uno, el más serio, representa un cambio drástico inapropiado, de nuestra Política de Neutralidad. Dos, hay fuertes indicios de que este cambio obedece a presiones externas o al pago de favores y no a una decisión soberana. Tres, el cambio puede causar que grupos fundamentalistas extremistas nos ubiquen como sus enemigos, con consecuencias peligrosas para la seguridad del Canal.

Veamos a qué me refiero. Primero, la declaración sobre la hegemonía global de la Ciudad de Jerusalén. Quien aconsejó al presidente demostró crasa ignorancia de la realidad histórica de la Ciudad Santa. Olvidó los 3,000 años de guerra que ha sufrido esa región por disputas sobre su jurisdicción y la de Jerusalén. Disputa que involucra cuatro religiones, amén de los reclamos palestinos. Con razón que el mundo árabe se sintió ofendido.

Luego, en la ONU, votamos en contra de la mayoría abrumadora de Naciones sobre las aspiraciones palestinas de reconocimiento como País Observador. Debimos abstenernos en consonancia con nuestra Política de Neutralidad; sin embargo, fuimos el único país de América que votó en contra, encabezando un grupo de micro-países, (paraísos fiscales y después nos quejamos).

Finalmente, las declaraciones que inculpan a personas afines a Hamas, el grupo que ostenta el poder político en Palestina, de ser los instigadores de los disturbios en Colón, son desafortunadas, por decir lo menos.

Entenderán por qué pienso que estamos en un derrotero peligroso ante los palestinos y sus aliados países árabes. ¿La secuencia de eventos es coincidencia o diseño o ‘chambonada’, dicho en buen criollo?

BANQUERO Y EXDIPLOMÁTICO. 

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