EL
CONEP EN SU LABERINTO
El Gobierno de manera ladina salta a
la defensa del Presidente del CONEP con el argumento de que no es un
delito contratar con el Gobierno; lo cual es muy cierto, pero el
problema no radica en ese aspecto de este nuevo incidente, radica en
el hecho de que el CONEP, no es feudo personal de su Presidente, es
el principal organismo de coordinacion empresarial del pais y
como tal, toda accion que le afecte, como es el caso en mencion, debe
contar con la aprobacion expresa de sus agremiados. Cualquiera otra
accion publica de su Presidente que afecte al CONEP es temararia y
sujeta a repudio por sus miembros.. Es alli donde radica el problema
y bien lo sabe el Gobierno.
Surgen consideraciones muy serias sobre
el comportamiento del Presidente del CONEP que justifican su
cuestionamiento y crean dudas de su imparcialidad y votos de buena
fe.
Es muy improbable que antes de
emitir sus opiniones, el Presidente del CONEP desconociera las
posturas publicas de prominentes organizaciones miembros,
mostrando sus preocupaciones sobre el estado de cosas en el país y
en particular a lo que consideraban una evidente crisis
institucional, situación que desvirtua su opinión publica de que
para los grupos empresariales no existe tal crisis institucional. Es muy improbable que no se
enterara de igual opinión de la Iglesia, Gremios y la Sociedad Civil
sobre la actual crisis institucional. Es muy improbable que no lea las
encuestas que indican que un alto porcentaje de la población cree
que la compra de consciencias de este Gobierno no se limita a
alcaldes, representantes y diputados, si no que se extiende a
organizaciones del Sector Privado. Es muy improbable que no se entere
que las encuestas tambien apunta a una critica perdida de
credibilidad en nuestros gobernantes.
Dudo que el Presidente no
conociera todo esas consideraciones siendo del domino publico. Si el Presidente del CONEP decidio ignorarlas peco de ingenuo, por lo menos,
al creer que el publico iba a acoger sus declaraciones como de
naturaleza personal y sin ninguna influencia de su relacion
contractual con el Gobierno. Si aun conociendo esas consideraciones,
eligio ejercer su inenegable derecho de expresar su opinion personal,
lo correcto hubiese sido, primero, someterlo a juicio de su
Directiva y acogerse a su decision y segundo, dejar publicamente claro
que sus declaraciones eran a titulo personal y no reflejaban la
opinion del CONEP. Esta claro que no se siguio ese rumbo, no tomo
esas precauciones,
Ante el publico, actuo
como un aliado politico del Gobierno, como lo muestra el uso oficial
de sus declaraciones. Tambien le sera muy dificil hacer creer, con el alto grado de cinismo que impera en nuestro medio, que sus
contratos con el Gobierno no influyeron en su actuar. Menos lo
ayuda, la metida de pata de la Directora del AMPYME, su contratante,
que expreso, a manera de justificacion, que no sabia que el era parte
de la empresa contratada, cuando su firma de ella aparece al lado de
la firma que claramente indica el nombre del firmante. Si la
Directora firmo el contrato sin leer, denota crasa negligencia en
desconocer lo que firma y con quien lo firma, al hacerlo de esta
manera, comete un acto de crasa negligencia, conducta inexcusable de
una funcionaria publica responsable, particularmente cuando
compromete a la Nacion, la otra posibilidad, podria ser, que miente
en su aceveracion.
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